Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2012

Aprender de los que saben.

Imagen
Necesito un guardián en esta cárcel que sepa que hacer cuando no pueda seguir.  Alguien que tenga la solución adecuada en cada momento o que al menos pueda ayudar para no volver a cometer el mismo error. El guardián ya no está, andamos en su busca, un día se perdió y decidió no volver, marchó sin dar una explicación y aquí nos dejó, solos para que fuéramos nosotros quienes lográramos salir adelante sin su ayuda.  Llega el momento de intentar salir en el que te das cuenta de que no puedes porque ya has gastado tus fuerzas antes y no queda nada para ahora...le necesitas a él para que te ayude a salir.  Necesitamos su ayuda pero no piensa volver, formamos parte del pasado. Sin él habrá que aprender, habrá que caer, habrá que levantarse una vez tras otra hasta poder conseguir nuestro objetivo. Así creceremos y algún día llegaremos a parecernos a él, quizá no lleguemos a saber tanto como él -es prácticamente imposible- pero puede lleguemos a ser algo en esta vida. No si...

Jugadores de póker.

Jugadores de póker parecen el olvido y la memoria. Las cartas somos nosotros y lo que se juegan no es otra cosa que nuestros recuerdos. A veces pierde el olvido, y la memoria ganadora nos castiga manteniendo recuerdos que nos atormentan, usando como excusa que el dolor nos hace más fuertes. Otras partidas las gana el caballero, llevándose recuerdos que luchamos por rescatar de ese pozo en el que los abandona, olvidando a veces él mismo que un día los dejó allí.  Cuando pierde el olvido no podemos hacer nada, únicamente aferrarnos al dolor que nos provocan esos amargos recuerdos, ser fuertes, e intentar seguir. Sin embargo, si el ganador es el caballero deberemos luchar de otra forma. Tendremos que ser fuertes para conseguir quedarnos con lo que de verdad queremos, con lo que de verdad sabemos que nos va a hacer feliz. Para ello habrá que centrarse y no dejarnos influenciar por nadie y sobre todo, pensar en nosotros, en lo que necesitamos para ganar la siguiente partida qu...

Silencio y soledad, amigos del dolor.

Sentirse sola rodeada de gente, sentir que teniéndolo todo no eres feliz y no sabes el motivo. ¿Qué buscar? ¿Qué encontrar? No hay respuesta… Conviertes tu mente en tu propia cárcel, esperas que llegue ese momento en el que un rayo de luz aparezca e ilumine la oscuridad en la que te crees inmersa, pero no encuentras hueco para que entre ese rayo, solo hay paredes a tu alrededor y no tienes fuerzas para derribarlas.  Crees que no hay nada más detrás de esas paredes cuando de verdad hay un mundo entero  del que estás perdiendo muchas cosas, pero todo te da igual, porque tu mente está cerrada y no ves más allá de tus oscuros pensamientos. Te sientes como si no valieras para nada y después de esto no hubiera nada más, como si esto fuera el fin que está llegando y no puedes pararlo. Silencio, es lo único que quiero. Soledad, es mi única compañera.  Silencio para callar pensamientos que a nadie le gustarían, verdades que podrían doler. Silencio para...