Buenos días, o quizá, buenas tardes... o buenas noches. Llevo semanas pensando en volver a ponerme delante de mi ordenador y escribir como si no hubiera un mañana. Llevo tiempo, mucho tiempo, sin dejar ni una sola palabra salir de mi mente, y creedme, es muy difícil cuando estás acostumbrada a no callar. No vuelvo por ningún motivo aterrador, ni siquiera por una gran inspiración, sino porque he sentido que necesitaba estar aquí de nuevo. Lo dejé porque no tenía de que hablar, me dejé llevar por otras cosas y olvidé hacer lo que más me gusta y me refugié en otros hobbies. Pero estoy de vuelta, y con ganas. No sé a qué tema me ataré, ni si quiera sé si mi actividad será diaria, pero vuelvo, necesito volver. Empieza otra vez la magia... Después de dos años de bachiller me he dado cuenta de lo bonito de estudiar humanidades y de todo lo que te enseña la literatura, la poesía, las palabras y toda la tradición que hay a nuestro alrededor. Me he dado cuenta d...