Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2016

Empezar de cero. Lo necesitamos.

No nos queda otra, y hablo en plural porque esto lo haremos en equipo, como siempre hemos hecho. Es la hora, es hora de empezar de cero porque todo nos lo pide. Es el momento perfecto, y no tengo duda de ello. Las condiciones son perfectas y nada parece decirnos que no sigamos adelante. Dejemos todo atrás y no tengamos miedo de perder, el pasado siempre estará ahí, pero necesitamos un presente que nos haga reír. Sabemos lo que hay, pero no lo que puede venir y siendo sólo uno, no tengo duda de que todo lo que vendrá será lo mejor que nos pueda pasar. Dejemos atrás todos los miedos, que los monstruos del presente no nos atormenten y nos dejen vivir como de verdad queremos (y merecemos). Hagamos lo que hacías antes, vivir tal y como era conveniente en ese momento, haciendo lo que realmente el corazón, el impulso y la felicidad te decían sin importar lo que vendrá mañana. No dejemos que nos atormenten ni un minuto más, porque sí, porque es nuestro momento y porque lo mereces, lo mere...

Me llevó de nuevo a ese maldito lugar.

A veces me siento dentro de un mundo al que no pertenezco, el que me atrapa y me tapa la boca; el que me busca la manera de aguantarme sin que grite a los mil vientos. A veces me siento como si fuera un alma que va y viene sin un cuerpo sólido al que agarrarse. A veces me siento pequeña alrededor de tanto gigante y no sé qué hacer. A veces no soy capaz de admitir vuestra realidad, ni capaz de ver que no soy lo que os gustaría que fuera. La duda me atrapa y me deja inmóvil, incapaz de hacer lo que debería. Una vez más me agarro al olvido, al futuro o a lo que sea, pero que lo que sea, que sea más que ahora. Otra vez esa sensación de vacío cuando no estás. Otra vez esa sensación de no saber dónde ir cuando ningún lugar te es suficiente. Rompí la muralla para estar a tu lado, pero ahora vuelvo a sentir que el viento fuerte me lleva lejos de aquí, a un rincón cualquiera del planeta donde nadie sepa si estoy o no; donde me vuelva a repetir una y otra vez que te necesito, que te n...

Donde quiera que estés.

Imagen
A veces la mente nos pide desconectar de aquel mundo que nos ama y nos atormenta.  Entre día y día pienso en un mundo lleno de cosas que aquí no están, donde vivo de otra manera y no siento nada. Me quedo en una nube por un instante y siento que ese es mi lugar. Me piden que baje de ahí a gritos los que no me quieren, pero les repito una y otra vez que ese es mi lugar. Después de haber luchado contra lugares oscuros por fin me he encontrado y no quiero irme de allí. No. Porque me necesitan; porque me necesita. Soy feliz, feliz con quien soy y feliz por donde estoy. No quiero irme, ni que tú te vayas .

Soul sister.

"Mil veces me pregunté cómo podías ser así. Nunca supe como podías haber llegado hasta ahí. Todo el mundo hablaba maravillas de ti, te querían y te admiraban. Entrabas en sus vidas como si nada, te conocían y te querían sin miedo a qué hubiera después. Sin duda, me di cuenta de que ese era tu don. Después me di cuenta de que habías llegado a ser así porque no te había quedado otra. Empezaste duro y no dejaste que nada ni nadie te parara, te hiciste fuerte y decidiste compartirlo con los demás. Casi invencible, por no afirmarlo rotundamente. Siempre rodeada de gente, de gente que te quiere, de los que te dicen más de mil veces "gracias por aparecer". Me he dado cuenta de que te admiro, por fuera y por dentro. Admiro tu capacidad para abrirte a los demás, admiro la forma en la que te pones en la piel del otro y haces lo que sea por él. Pero de la misma manera te pido que pienses también en ti. Simplemente porque lo mereces, mereces quererte como tú quieres a los demás Y...

Sin ti

He encontrado tu lugar. Por fin he sabido dónde tienes que estar. Parecía que nunca lo iba a saber, pero ahora no tengo duda de lo que haré. Pasé horas encerrada en ti, entre tus brazos y tus latidos, tus besos y caricias. Hasta que un día el frío congeló todo lo que había dentro de mí, hasta lo más profundo de mis sentimientos. Cada día decidí salir un poquito cuando ya había salido el sol. La temperatura era cálida, daba gusto estar ahí. Y perdía las horas sentada, con los ojos cerrados y pensando en qué había pasado para que ahora estuviera allí. Esos rayos consiguieran poco a poco llevarme otra vez a mi estado, poco a poco sentí como mi cuerpo volvía a su temperatura y estado natural. (Y sin ti). Me encontraba bien. Satisfecha. Podía decir que lo había conseguido. La soledad de mis días al sol me habían dado lo que buscaba; tu lugar. Y está claro que allí era, fuera de mi. En la otra parte de la línea que nunca debimos pasar. Yo en el sur y tú en el norte. Ahora la vida...