Acordes malditos.

Sonaron los acordes de tu cuerpo que me hicieron sonar hasta el último minuto.
Qué caprichosa la vida que se empeña en elegir ella qué pasa en cada momento. Yo ya estaba seguro de que no era de nadie y otra vez me hizo caer en tus brazos -que eran los que quería- sin preguntarme. ¡Qué dichosa ella! Maldita maravilla que un día me enganchó, maldita yo que no supe resistir. Resistir. Quién se resiste a ti. Eso me pregunto yo. Qué manera es esta de llevarme a otro mundo que no es verdad, que se acaba cuando enciendes la luz. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Me debo a ti.

"Bajada de la bruja"