Miradas.
Las miradas son tan frágiles como verdaderas. Es un tópico, pero la mirada es el reflejo del alma y no lo podemos evitar. Queramos o no, estemos felices o tristes, eufóricos o depresivos, nuestra mirada nos delata. No hay nada más puro que unos ojos brillando llenos de lágrimas de alegría o emoción; o rojos del llanto sufrido.
No dejemos de mirar con ganas, con alegría, con amor o desafío; porque que te miren es lo mejor que tenemos, una mirada nunca te mentirá.
Comentarios
Publicar un comentario