#Microcuento


Y sin decir adiós se dejó marchar.

Mirando quedaron boquiabiertos sin saber que había pasado en aquel niño risueño y feliz.
Había cambiado, había dejado de ser él.
Por fin se dieron cuenta de que nunca volvería a ser él.

Es ahora, es la hora de empezar de cero.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Me debo a ti.

"Bajada de la bruja"